12/10/10

Paris Oh La Là!

Desde que bajas del tren en la Gare de Montparnasse, o en cualquier otra gare, ya sientes el ambiente parisino.  El París de película con su emblemática Tour Eiffel y sus pintadas de los románticos, el Moulin Rouge donde Ewan McGregor enamora a Nicole Kidman, los Champs-Elysées y todos sus cánticos revolucionarios, l'Arc de Triomphe construido por Napoleón tras una de sus múltiples victorias...


Pero digamos que nuestro viaje no estaba impregnado de ese ambiente parisino. Para empezar, nuestro viaje arribó a Saint Dennis, barrio de la “banlieu” conocido por sus “voleurs”.  Con 10º y una humedad del 100% llegamos en un Seat Málaga y aparcamos en un hotel Fórmula 1, dónde el mejor de los camioneros tenía dos dientes. Como llegamos por la noche, tocaba saludar al Sr. Moscateur, amigo que nos acompaña en todas las “soirées”. Después de una larga noche entre gente extraña, gente pocha, gente deportista, gente saltarina (también llamadas patosas) vino la gran amante del Sr. Moscateur, la Sra. Resaca. Con lluvia, con mucha lluvia, recorrimos todo París. El resto del viaje se puede resumir en tan solo dos palabras: De Película.

Muchas personas utilizan esta expresión, mucha gente pasa fines de semanas de película, o noches o, simplemente, un día. Pero creo que muy poca gente pudo sentir lo que sentíamos nosotros. Cuando el Malaguita aparcó en Villejean Alsace (cuchitril donde habitamos), la tristeza fue el maquillaje de todos y nadie quería decirle adiós al Malaguita. Es más que una película, en una película la gente se agolpa en el pasillo por irse, nosotros no: no queríamos irnos, no queríamos que esta historia se acabase.

Por muchas palabras que pueda escribir, no os puedo transmitir todo lo vivido, ni la mejor de las películas lo haría.  Ni Almodóvar, ni Jean Pierre Jeanet, podrían filmar lo que vivimos. Nino Quincampoix bajaba corriendo por las escaleras del Sacre Coeur en busca de esa extraña chica llamada Amelie que le dejaba su álbum. Pues en nuestra película también hacemos un spring por las escaleras del Coeur de la France, pero en este caso la secuencia es mejor, tres atletas intentan ver quien sube antes todas esas escaleras. Primer podium: Perri. 

Películas como La haine, Gran Torino, etc. se  quedan cortas para mostrar la gran Banlieu. De miedo, intrigante, respetada  pero Gran, Gran Gran Banlieu. Y ¿qué me decís de lo siguiente? Imaginaos por un momento algo que sea legendario para vosotros (y no seáis como Barney Stinson, para quien todo es legendario). Imaginaos unir las mejores cosas del pasado con las mejores cosas del presente para guardar siempre ese recuerdo en el futuro y ahora respondedme: ¿No es legendario beber en la Tour Eiffel, estar con Moscateur en la puerta del Louvre y mirar las estrellas con la amiga Resaca en Notre-Dame?

No quiero escuchar la respuesta...VIVIDLO, porque como pasa con las mejores películas, la realidad supera a la ficción.


Malaguita, je t'aime.

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